La Tercera riojana, desde que cuenta con autonomía en el grupo XVI, se ha caracterizado por ser una competición con dos ligas: pelear por la fase de ascenso y evitar el descenso. Cierto que con el paso de las temporadas hay varios equipos que han logrado acomodarse en una zona tranquila que a veces da que pensar si merece la pena realizar un esfuerzo para dar un salto o es preferible conservar lo que se tiene. Cuestión de ambiciones o de posibilidades. De esta manera, a poco más de 24 horas del semáforo verde, una serie de clubes se esforzarán, cuanto antes, en amarrar la permanencia. Aun así, dentro de este bloque, me gustaría distinguir tres apartados; Vianés, La Calzada y Ciudad de Alfaro, por un lado, equipos de pueblos; Calasancio, Villegas y Balsamaiso, conjuntos de la capital logroñesa; y Casalarreina, Yagüe y Tedeón, recién ascendidos.
Por un lado, el Vianés, tras su exitosa campaña, parece haber dado un paso atrás en sus intenciones. Con más de la mitad de la plantilla nueva y un técnico de la casa, Jesús Duque, el objetivo no es otro que salvar la categoría, convivir en la zona templada y formar un bloque con jugadores de la zona para ir creciendo juntos. La exigencia tras el quinto puesto de hace unos meses puede meter presión a un equipo que debe asumir su rol en la categoría. La Calzada, después de su fenomenal comportamiento en El Rollo, asume que la línea a seguir es el continuismo y el buen trabajo. Josean García parece la persona idónea para ir incorporando juventud en un plantilla que contrarresta las marchas con fichajes con experiencia en la categoría (caso de Efrén o Txus). A ello se le une el intento por hacer disfrutar a una afición que se está acostumbrando a acudir a ver a los suyos y eso ya es un éxito, además de un acicate para el club de Santo Domingo. Asimismo, el Ciudad de Alfaro intentará repetir lo realizado el curso pasado. Tras los rumores (y algún que otro contacto) de una posible unión con el Alfaro, se comprobó que ambos clubes tienen mentalidades diferentes. Los granates, bajo las órdenes de Jesús Díaz 'Yuyo', y con la base de las últimas campañas buscarán la permanencia por la vía rápida para acomodarse y convivir sin peligros. Una manera de seguir creciendo.
Otro bloque sería el de las escuadras logroñesas que la temporada pasada mantuvieron la categoría. El Balsamaiso supo darle la vuelta a la tortilla tras una comienzo en el que los resultados no salían, pero una racha de victoria le dio la tranquilidad para conservar el lugar en Tercera. Ahora, con cambio de entrenador, primero José Miguel Varea parecía el indicado, pero a una semana de comenzar la pretemporada fue David Pérez el que cogió las riendas, y con una plantilla bastante joven buscará la salvación como única meta. Por su parte, el Calasancio confía que esta campaña sea más tranquila que la pasada, en la que hasta la última jornada no certificó la salvación. Con José Quiroga al frente, los colegiales volverán a repetir los argumentos de estas últimas campañas, pese a que algunos de sus jugadores han cambiado de aires (Chavarri y Luisja) y encontrar un hombre gol puede ser su principal problema. Mientras que el Villegas de Alberto Rubio debe buscar el equilibrio para ser capaz de competir y arañar puntos a los equipos de arriba, como demostró la temporada pasada, y de no ser tan vulnerable en los duelos directos. Con un bloque similar, con altas y bajas, los encarnados saben que la permanencia es su objetivo.
Finalmente, aparecen los tres nuevos: Casalarreina, Tedeón y Yagüe. Los riojalteños debutan en Tercera con la ilusión por bandera, con el reto de seguir el mayor número de campañas en la categoría nacional. José Mari Alonso apuesta por la continuidad de los que lograron el ascenso. Además, contarán con un aliado importante, El Soto, un campo, que por sus características, puede ser fundamental para competir hasta el final y sellar su permanencia. El Tedón, por su parte, regresa a Tercera con la intención de no convertirse en un equipo 'ascensor'. La intención de los pupilos de Íñigo Rodríguez, el técnico que les condujo al ascenso, pasa por la permanencia. Para ello los verdinegros parten con el bloque del curso anterior, con retoques en todas sus líneas, para demostrar que pueden repetir en el grupo XVI. Por último, el Yagüe, el único que ha cambiado de entrenador tras el ascenso, luchará por la permanencia. Para ello, un servidor, cuenta con hasta nueve incorporaciones (algunas con experiencia en equipos de superior entidad dentro de la categoría, caso de Picote, Fidel o Diego) para formar un grupo competitivo capaz de pelear en cada partido por los puntos en litigio (como casi todos los equipos, en definitiva).
Por lo tanto, nueve clubes, cada uno a su manera, con su filosofía, sus maneras y argumentos, tratarán de evitar ser tres de los que en mayo ocupen las últimas posiciones del grupo XVI de Tercera. Sin duda, un lugar que nadie quiere, pero que algunos deberán ocupar.
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