El líder UD Logroñés destroza al Compostela

Dos meses después, la actividad de este blog regresa. Lo hace al son que marca el fútbol riojano y el comienzo liguero tanto en Segunda B como en Tercera. Hoy toca elogiar a una Unión Deportiva Logroñés que se ha colocado líder de su grupo, algo anecdótico según Carlos Pouso, después de superar a un Compostela roto por todos lados, por las bandas, por el centro, con espacios, replegado... Así es la versión 2.0 del UD Logroñés: más compacto, más equilibrado, más fresco arriba y, por el momento, con una marcha más que su rival del debut.

Fiel a las señas de identidad exhibidas durante los meses pasados, esta UDL parece decidida a aumentar, por lo menos en Las Gaunas, unos metros su línea de presión lo que obliga a su oponente a tenerlo muy claro para sacar el balón jugado. De no hacerlo, como le sucedió al Compostela, se encuentra a merced de un equipo intenso, sacrificado en las labores defensivas, letal con espacios, insistente en centros laterales y con remates continuados dentro del área. Es la manera que tiene el conjunto blanquirrojo de avasallar a un rival que parece menor, incluso de otra categoría inferior.

Desde la previa el técnico blanquirrojo ya avisaba que la clave para entender un buen proyecto pasa por el equilibrio entre la defensa y el ataque. Con fama de defensivo, Pouso, entiende a la perfección los códigos del éxito en Segunda B. Partir de atrás hacia delante. Ganar confianza en defensa para poder permitir alegrías en ataque. Así se mostró el UD Logroñés en Las Gaunas. Más allá de unos 20 minutos iniciales de toma de contacto en los que el Compostela parecía estar más metido, ganaba los duelos directos, cogía los rechaces y controlaba la posesión de la pelota. Tres saques de esquina en 7 minutos permitían a los de Iñaki Alonso saborear el gol. Lo tuvo con un remate franco de Javi Moreno de cabeza que se marchó desviado. Entró entonces el duelo en una fase de imprecisiones, de constantes interrupciones... de falta de ritmo. 

Una fase en la que el UD Logroñés le fue cogiendo las distancias al campo y se fue adaptando a un Compostela ya menos dominador y más ambiguo en la salida de balón cuando era presionado. A raíz de un error, forzado por la presión riojana en la medular, de Joaquín el cuadro local se desató con ocho ocasiones de gol (incluidos dos largueros) generadas antes del descanso. Un auténtico torrente. Pere Milla necesitó tres para celebrar el primero de la tarde noche, Jordan gozó de un par de ellas, Julio Rico se animó desde el lateral para rozar el tanto en dos oportunidades y Jacobo no acertó a embocar después de una brillante combinación.

Multitud de ocasiones

Ante la alegría mostrada hay un debe, la falta de puntería y acierto de Pato. Está muy bien que Íker Alegre y Titi rompan a los laterales y pongan centros de oro para sus compañeros, que Pere Milla y Jordan rematen, libres de marca, dentro del área con todo a favor, o se las ingenien para inventarse acciones de peligro, como el autopase de cabeza de Jordan para irse de su par en velocidad y chutar ante Pato. Sin embargo, hubo que esperar a la última acción del primer período para que el UD Logroñés, altamente superior a su rival, se colocara por delante. 

El Compostela arrancaba la segunda mitad consciente de que seguía vivo pese a vivir gran parte del tiempo a merced de un cuadro blanquirrojo convincente en ataque. Pero en 90 segundos Íker Alegre cedía para que Titi marcara, pero Jimmy apareció de la nada para evitarlo, y Borja remataba al poste. Los de Iñaki Alonso estaban groguis, fuera de sitio, ausentes... pero el marcador seguía 1-0. El UD Logroñés, por su bien, debía encontrar el acierto para su tranquilidad. Así lo entendió Pere Milla, a la hora de encuentro, para lanzarse en plancha y con el pecho asegurar el triunfo después de un gran servicio de Titi por la derecha.

La UDL jugaba en campo ajeno y el 2-0 no propició ninguna reacción blanquiazul. Al contrario, fue el momento para que Jordan se luciera, pusiera en evidencia a la zaga oponente y mostrara frescura en las piernas gracias a sus regates y velocidad. El exdelantero del Agoncillo se ha ganado la confianza de Pouso en pretemporada a base de trabajo y esfuerzo en el campo. Pese a que se le ha negado el gol en los amistosos, llegó el día del debut oficial y el del premio al sacrificio. Tres acciones consecutivas en espacio de 3 minutos sirvieron para constatar que Carlos Fernández y Álvaro González tienen que exprimirse si no quieren que un chaval les arrebate el sitio. En la primera, lo hizo todo bien, se zafó de dos contrarios y se ganó el espacio para entrar en el área y chutar demasiado cruzado ante Pato. En la segunda, controló, dribló a los que le salían al paso y con la derecha, su pierna supuestamente mala, la puso en la escuadra. Y en la tercera, rompió el fuera de juego, regateó a Pato y cuando celebraba el tanto llegaba Jesús Varela para evitarlo.

De ahí al banquillo. Aplausos más que merecidos. El choque continuaba y el UD Logroñés bajó un poco el ritmo, lo cual no significó que Pato continuara demostrando sus reflejos a un tiro de Joel Valencia y a un remate de cabeza de Borja. Pero sí que es cierto que la intensidad defensiva disminuyó y que el Compostela hasta pensó en el gol de la honrilla cuando Gerard Oliva remató con todo a favor. Un pero entendible con un marcador tan holgado.

En definitiva, hechuras de líder en el debut con un once con novedades, cinco fichajes (Borja, Paredes, Adrián León, Pere Milla y Jordan). Miguel, que apenas tuvo trabajo, da el aplomo que requiere el bloque. En defensa, Julio Rico y Paredes dieron sobriedad en los laterales, mientras que Borja y Santelices mantuvieron a raya a los atacantes del Compostela. Jacobo se postula como el hombre a dar tranquilidad en la medular con su aplomo, mientras que Adrián León -gana enteros en esa demarcación- ofreció llegada, movilidad, presión e intensidad.  Íker Alegre y Titi fueron auténticos puñales por los extremos, mientras que Pere Milla mostró virtudes ofensivas y Jordan evidenció velocidad y desparpajo arriba.