sábado, 2 de junio de 2012

Balance Regional (III)

Tercera parte de este resumen personal sobre los equipos de Regional. En esta ocasión, pasan por el blog Oyonesa B, Casalarreina, Vianés B y Anguiano B.

Oyonesa B, 12º con 44 puntos

El filial alavés ha sido un equipo de impulsos en los que sus números de goles son especialmente significativos. 43 goles a favor (tercero peor) y 41 en contra (cuarto mejor). Con un comienzo dubitativo en el que no salían las cosas y con una apuesta eminentemente defensiva parecía que este equipo iba a estar en la parte baja de la tabla. Pero ese trabajo, ese esfuerzo que realizan los jugadores durante los 90 minutos sobre el campo empezó a dar frutos. Vale que la estética no cuenta, que el objetivo prioritario era ahogar al contrario, impedir que estuviera cómodo. Da igual cómo pararlo. Con marcajes individuales en el centro del campo, con muchas ayudas defensivas, con los extremos más pendientes de defender que atacar... este equipo ha sabido sacar el máximo rendimiento posible. Nada de rasear el balón. La pelota era el enemigo y cuando más lejos del área, mejor. Contundencia y patadón sin sentido en muchas ocasiones. Es un arma. Con esta disposición, sus recursos ofensivos se limitaban al balón parado y a los contragolpes. No le quedaba otra. Un bloque sacrificado en el que todas las piezas eran peones. Su problema ha sido cuando ha tenido enfrente a rivales que tampoco querían la pelota, entonces han surgido las dudas. Eso no estaba previsto. Ahí se han visto sus limitaciones. Sorprende, por ejemplo, que el colista Calahorra B le haya ganado los dos partidos, pero que el Yagüe no haya podido superarle en ninguno de los dos partidos o que haya vencido en el Oion Arena al líder Villegas. Más allá de gustos, los jugadores se han implicado, han aceptado ese rol y han buscado la dignidad competitiva. Que hay otros métodos, seguro, pero la Oyonesa B ha hecho lo que estaba en sus manos, ser un equipo áspero, agresivo, duro, difícil de batir. Eso les vale.

Casalarreina, 9º con 49 puntos

El Soto es lo que es. Y el juego del Casalarreina está supeditado a esa dimensiones y condiciones. Si sale de su hábitat, sufre. Balón parado, juego directo, segundas jugadas exigen colocación, intensidad, concentración y mucha actitud. Cuando en estos últimos aspectos ha sido mejor que sus rivales, por regla general, ha ganado más cómodamente (jugar en ese terreno no es cómodo ni fácil). Defensa en su sitio, con muchas ayudas y con poderío en el juego aéreo han sido virtudes para que los de José Mari Alonso fueran reconduciendo su situación. De estar en la zona de nadie, sin aspiraciones, a creerse capaces, dado su espectacular rendimiento como equipo local, de poder ascender. No de forma directa, pero sí a través de la quinta, o sexta, plaza. Un espectacular arranque de segunda vuelta motivó ese cambio en la mentalidad. Ya no había tanta fragilidad, ya no se bajaban los brazos tan rápidamente. Un par de refuerzos, además, implementaron sus posibilidades. Sin complicaciones, haciéndose fuertes en casa, con el empuje de su afición, con la insistencia como virtud, con intensidad este bloque se veía invencible en El Soto. Eso les amplió las miras. A domicilio trataban de trabajar igual que en Casalarreina, pero no era lo mismo. Por unas cosas o por otras, los pequeños detalles impedían su progresión. Pese a ello, ha competido hasta el final en aras de una quinta posición que se les resistió hasta la penúltima jornada liguera. Ahí vieron que sus pretensiones eran demasiado elevadas. El aspecto positivo es que han comprobado que con continuidad y haciéndose fuerte en El Soto es posible estar arriba en Regional. Las sensaciones positivas de esta segunda vuelta, seguro que motivan a la directiva y plantilla para intentarlo la próxima campaña.


Anguiano B, 4º con 65 puntos

Frescura, movilidad, juventud, energía, combinación, capacidad ofensiva, unión. Ese fue el Anguiano de la primera vuelta. Un equipo 'enchufado' que saltaba a los campos sin complejos, independientemente de quien tuviera enfrente, que quería la pelota, que asumía riesgos y que imprimía un alto ritmo a los partidos. Virtudes que le hicieron liderar, gran parte de la temporada, la liga. Sin embargo, una serie de malos resultados y el devenir de la temporada provocó que su juego fuera siendo menos vistoso, su capacidad de resolución se viera mermando y esa alegría tornara en un juego más áspero. Pero la esencia estaba y cuando ha sido capaz de dar regularidad a ese estilo ha sido mejor que sus rivales. El hecho de que ese bloque lleve varias temporadas trabajando juntos ayuda a que el filial serrano se haya consolidado las últimas campañas, pese a los cambios de entrenador, entre los mejores de Regional. Por eso es una pena que vaya a desaparecer, como todo apunta, por el bien de la supervivencia del primer equipo. Le han faltado un par de resultados positivos para haber peleado por el liderato, pero tras la derrota (en los despachos por alineación indebida) en La Ribera, el equipo se ha dejado llevar en el tramo final de liga, quizá sabiendo que no había más futuro. Pese a ello, uno de los equipos más atractivos de ver, sobre todo, en la primera parte del campeonato.


Vianés B, 19º con 20 puntos

Este filial navarro sirve para lo que sirve. Más no se le puede pedir. Gente del pueblo a la que le gusta el fútbol, pero que por unas cosas o por otras no tienen o el compromiso que exige estar en Tercera o la capacidad que requiere esa categoría. Por eso, ya tiene mérito. Chavales formados en el club y jugadores de Viana tienen una oportunidad de demostrar sus competitividad. Cierto que la clasificación indica que no ha sido mucha, pero al contrario que el Calahorra B es un conjunto que sí sabe sus limitaciones. Le ha lasatrado la gran cantidad de fallos defensivos, su gran hándicap para haber sumado más puntos. Pese a ello, ha tratado de incomodar a sus rivales, de hacerse fuerte atrás, de impedir que sus contrincantes jueguen cómodos. A veces lo ha conseguido y otras ha muerto en el intento. Ha habido poca gasolina y eso también ha pesado para que el rendimiento disminuyera a medida que pasaban los minutos. Frágil mentalmente, un error descomponía al equipo, y con poca capacidad ofensiva, previsible, ha tratado de buscar sus bazas en la estrategia, casi siempre en la segunda jugada, y en el juego directo. Ha sufrido goleadas, algunas de ellas quizá excesivas para los méritos. Pero ha sido un equipo que no se ha descompuesto, más allá de los resultados, que sabía que su meta era eludir el descenso, tratar de jugar con dignidad y sumar el mayor número de puntos posibles. Sin otras pretensiones, una mejor clasificación no sería lógica.

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